
Despertando a la vida, unos ojos negros, sonríen a un nuevo día, la sombra de mi cuerpo cobija el tuyo, una caricia mientras te miro, recorre todas y cada una de tus facciones, inevitable admirar tu cuerpo inerte sobre el lecho de mis deseos, duermes…
Tu respiración en mis oídos provoca latidos fuertes en mi alma, bendita provocación que de tus labios induce a los míos a robar tu oxigeno a penas sin acariciar tu boca, voluntades silenciadas por la inercia de tu sueño, me hacen dueña y señora por instantes de tu cuerpo.
Manos traviesas dejan libres mis dedos, desdibujando entre tus sábanas caricias eternas, trazos de tu piel relajada dormida, incitándote a despertar al deseo, mares y profundidades que me incitan a bucear entre ellos, con la calma y la alevosía que siento sabiéndome portadora de tu placer por momentos.
Caricias oblicuas alrededor de tu ombligo me insinúan que tu sueño se va rompiendo, cada vez que mis labios intensifican con golpecitos mortales caricias en tus mares cálidos, cubiertos por la sábana incandescente de mi pasión. Ir y venir de sensaciones, escalofrío intenso que me transmites cada vez que desde tu mundo submarino emerge tu placer despertando los volcanes del mío.
Sin ser consciente, una mirada me sonríe mientras la mía se alza y se encuentra con la tuya, me respiras y en cada gotita que respiras que respiro de ti, mi cuerpo reacciona altivo, ascendiendo a través del tuyo, trazando piel, grabando cada uno de tus latidos, de tus temblores, de tus reacciones, murmullo entre labios dándose eternidad mientras amaneces…
Abrigo de pasiones. compás de caricias lentas, intensas, melodías sonando en mi interior, caderas acomodándose como dos simetrías perfectas lanzándose de forma suicida al placer, oleajes intensos de mar bravío que despierta desde tus profundidades hasta las mías, mezclando tus esencias con las mías… Una caricia de tu boquita mordisquea la mía, arrancando un: “Buenos días, Amor”…. Sonriendo traviesa mientras amanezco contigo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario